La historia del mago que venció al ejército nazi en el desierto.
Éstas fueron las palabras que le dirigió Jasper Maskelyne, uno de los más famosos magos británico, de prestigio internacional en los años 40, a un colaborador directo del Primer Ministro el día que le expuso su idea:
“Denme libertad y no habrá límites para los efectos que puedo crear en el campo de batalla. Puedo crear cañones donde no los hay y hacer que disparos fantasmas crucen el mar. Puedo colocar un ejército entero en el terreno si eso es lo que quiere, o aviones invisibles, incluso puedo proyectar en el cielo una imagen de Hitler sentado en el wáter a miles de pies de altura”.
El mago Jasper Maskelyne lo tenía todo: una mujer maravillosa, un trabajo en el mundo de la magia que le encantaba, fama y fortuna, pero cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, decidió que él podía aportar su experiencia como mago para colaborar en la lucha contra Hitler. Al fin y al cabo, argumentaba el magoMaskelyne, descendiente de una triunfadora saga de magos, la magia no es sino hacer creer a la gente que se hallan presentes cosas que no existen, o provocar la desaparición de elementos que, aparentemente, siempre estuvieron allí. Convencido de que estos principios de la magia pueden ser perfectamente aplicables en el campo de batalla, y a pesar del escepticismo de sus superiores, el magoJasper Maskelyne es destinado al norte de África, donde los altos mandos, agobiados ante la aparente invencibiliad de Rommel, el zorro del desierto, acabarán por apostar por todos los métodos posibles, incluyendo los no convencionales, para derrotar al enemigo. Y allí es cuando el magoMaskelyne uno de los magos más famos de Inglaterra tendrá su oportunidad.
Así, el magoMaskelyne y los componentes de su particular “Cuadrilla Mágica”, fueron capaces de llevar a cabo acciones asombrosas que rozan la auténtica magia: conseguir que los alemanes bombardeen un falso puerto de Alejandría; hacer desaparecer el Canal de Suez para los aviones alemanes; crear ejércitos falsos de miles de hombres mientras se ocultan otros reales; destapar espías en medio de un espectáculo en el Palacio Real de El Cairo bajo las narices del rey egipcio, conseguir el apoyo de un jefe local después de un duelo de magos al más alto nivel entre Oriente y Occidente, y sobre todo, colaborar enormemente al triunfo final en la batalla de El Alamein, la batalla que cambió el signo de la guerra en el Norte de África.
Aqui algunos de los “shows de magia” que realizó durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los magos más famosos de la histaria:
Defensa del puerto de Alejandría. Las fuerzas británicas tomaron este puerto de Egipto como cuartel, por lo que el ejército del Eje, se alistaba para llevar a cabo un ataque en dicho lugar. Para prevenir, se vio la manera de ocultar los cientos de artefactos que había en dicho lugar. El mago Jasper Maskelyne, luego de estudiar el sitio con calma, se le ocurrió que no esconderían las cosas, sino que construirían una "nueva Alejandría". Con lonas, cartón y barro se dio a la tarea de hacer una réplica, la cual sería colocada en la bahía Maryut, la cual, desde el aire, se asemejaba a Alejandría. Hizo una copia idéntica de las luces de este puerto y además, puso explosivos controlados, para hacer creer al contrario que sus ataques con bombas habían sido todo un acierto.
Desaparición del canal de Suez. Los buques británicos transitaban por el canal de Suez para proveer suministros, por lo que eran blanco fácil de los aviones alemanes. En aquella época, se utilizaban baterías antiaéreas para frenar cualquier ataque aéreo. Al mago Jasper Maskelyne se le ocurrió utilizarlas para cegar a los pilotos. Como no era suficiente, entonces creó un truco de magia, mediante un "pulverizador giratorio", el cual mandaría a los tripulantes de los aeroplanos un juego de luces muy potentes, que rotaban y envolvían al avión, por lo que el piloto no podía escapar tan fácilmente de ellas y cuando lo hacía, es porque estaba a segundos de estrellarse contra el piso.
Camuflaje de tanques y armas. Los ingleses necesitaban movilizar tanques de guerra a las cercanías de Alejandría, de manera discreta, pero estaban tan vigilados por los enemigos que parecía una tarea imposible de hacer. Llevar a cabo una operación de camuflaje resulta complicado, y más aún en el desierto, cuando el terreno es plano y monocromático. Al magoMaskelyne se le ocurrió que los tanques lucieran desde tierra y aire como camiones, Con su equipo construyeron "escudos solares". Estos eran dos armazones que se colocaban a los costados del tanque que al accionarlos, cerraban por completo. También se le ocurrió ponerles en la parte trasera, una malla de espinas para que las huellas que dejaran a su paso, parecieran las de una llanta. Una caravana de estos tanques-autobuses pasaron frente a líneas del ejército italiano, sin que estos se percataran del engaño.
Para aquellos que esten interesados en conocer más a cerca de quien fue uno de los magos que dejo su sello en la historia universal, aquí un documental sobre Jasper Maskelyne: